BIENVENIDOS A MI RINCONCITO
10 de julio de 2009
para michy
para mis niños
"El vuelo de los gansos"
Hijos responsables
“Deje bien en claro las reglas, de antemano y por escrito”, aconseja Kenneth Kaye, un terapeuta de Chicago especializado en familia y autor de Family Rules: Raising Responsible Children (Reglas para la familia: criar niños responsables). Hay que mantenerse firme y no ceder. “Decir, por ejemplo, ‘si no estás en la cama a las 8, no te leo un cuento’. Tiene que haber alguna consecuencia, y el padre o la madre deben estar dispuestos a seguir en esa postura.
Judy Ford, autora y terapeuta de familia de Kirkland, Washington, recomienda elogiar a los niños con sinceridad. “Si se alaba excesivamente a un pequeño, este se sentirá ansioso”, afirma. “Los hijos perciben si se los está manipulando”. Kaye agrega: “Transmítale al niño cuán impresionado está usted por algo específico que él ha logrado. El elogio desmedido, falso o dicho en general no ayudará a desarrollar la autoestima del niño y podría hacerlo sentir con demasiados derechos”.
“Permita que el niño tome decisiones en cuestiones que no sean de vida o muerte, y luego deje que lo eche todo a perder”, propone el Dr. Charles Fay, un psicólogo de niños y autor que reside en Golden, Colorado. Si su hijo no se pone un abrigo y pasa la tarde temblando de frío, por ejemplo, es muy probable que la próxima vez actúe con más prudencia. “Los niños necesitan equivocarse y sentir las consecuencias; de ese modo tienen la oportunidad de proceder de manera diferente”.
Jean Tracy, ex maestra y consejera de Edmunds, Washington, recomienda tener una reunión familiar de media hora cada semana. “Estos encuentros fomentan la aptitud de escuchar y hablar y también permiten a los niños solucionar problemas en grupo. Se planea en conjunto una actividad divertida, y todos se comprometen a llevar a cabo una acción específica para que la familia esté mejor”.
“Las tareas demuestran a los hijos que su colaboración es importante para otros miembros de la familia”, sostiene el Dr. Phillip Colon, un psicólogo clínico de Garden City, Nueva York. Jean Tracy recomienda a los padres preparar una lista semanal de tareas y dar a los niños una compensación monetaria por completarla. Si bien algunos especialistas no están de acuerdo en pagar por esas labores, Kenneth Kaye afirma: “Darle a un niño la oportunidad de sentir que se ha ganado el dinero le enseña a ser responsable. Pero que no sea mucho. Un pago excesivo es un error”.
A mi hijo
A mi hijo...
Sólo por hoy, en la mañana, voy a sonreír cuando vea tu rostro y a reír cuando tenga ganas de llorar.
Sólo por hoy, en la mañana, voy a dejarte escoger la ropa que te vas a poner, voy a sonreír y a decirte que te queda perfecta.
Sólo por hoy, pediré un día de descanso, o vacaciones, para llevarte al parque a jugar.
Sólo por hoy, al mediodía, voy a dejar los platos en la cocina y voy a dejarte que me enseñes cómo armar ese rompecabezas juntos.
Sólo por hoy, en la tarde, voy a desconectar el teléfono y a apagar la computadora, para sentarme junto a ti en el jardín para hacer burbujas de jabón.
Sólo por esta tarde, no voy a reclamarte ni siquiera a murmurar, cuando tu grites y llores cuando pase el carro de los helados, y voy a salir contigo a comprarte uno.
Sólo por esta tarde, no voy a preocuparme sobre qué va a ser de ti cuando crezcas y voy a pensar otra vez en todas las decisiones que haya hecho acerca de ti.
Sólo por esta tarde, te dejaré que me ayudes a hornear unas galletas y no voy a estar detrás de ti tratando de arreglarlas.
Sólo por esta tarde, te estrecharé en mis brazos y te contaré una historia acerca de cuando tu naciste y sobre lo mucho que te quiero.
Sólo por esta noche, te dejaré salpicar en la tina y no me voy a enojar.
Sólo por esta noche, te dejaré despierto hasta tarde, mientras nos sentamos en el balcón a contar las estrellas.
Sólo por esta noche, estaré junto a ti por horas y extrañaré mis programas favoritos de TV.
Sólo por esta noche, cuando pase mis dedos entre tu cabello mientras rezas, simplemente daré gracias a Dios por el mayor regalo que he recibido.
Voy a pensar en las madres y en los padres que están ahora buscando a sus hijos extraviados; las madres y padres que visitan a sus hijos en sus tumbas en lugar de sus camas, y en las madres y padres que están en los hospitales mirando sufrir a sus hijos, gritando por dentro por no poder hacer nada más.
Y cuando te dé un beso de buenas noches te voy a estrechar un poco más fuerte, un poco más tiempo. Así, agradeceré a Dios por ti y no le Pediré nada, excepto, un día más. Creo que a veces las mamás y papás estamos demasiado absorbidos en nuestras rutinas diarias que olvidamos el hermoso regalo que los niños SON REALMENTE.
No podemos saber si Dios nos dará un día más.
Autor Desconocido